
Elif Şafak y la portada de su nuevo libro 'İskender'
Hace poco adquirí el último libro publicado por la famosa escritora turca Elif Şafak – que, por cierto, pasó su juventud en Madrid – titulado İskender (Alejandro, en turco). Nunca había leído nada suyo y preferí leer lo último que hubiera salido al mercado antes que el polémico «La bastarda de Estambul» o algún otro de sus libros más famosos. Más que nada, por no tener ninguna idea preconcebida sobre el contenido.
Así pues, me encuentro con una obra con un comienzo un tanto enigmático con la declaración de intenciones de Esma, que tantos años después del asesinato no ha conseguido ni matar a İskender, ni perdonarle, y a sabiendas de que probablemente nunca será una gran novelista, trata de plasmar toda la historia en torno al asesinato en una novela.
Siempre narrado todo en tercera persona – excepto lo que escribe el propio Iskender – dedica capítulos separados y breves a cada uno de los personajes para poco a poco envolvernos en una historia de amor y desamor, honor y deshonra que comienza muchos años antes del día del crimen, cuando las gemelas Cemile y Pembe llegan al mundo en una aldea kurda junto al Eufrates. Sus padres, Naze y Berzo, buscaban por todos los medios tener un hijo varón que continuase el nombre de la familia.
Después de visitar a su hermano, que por aquel entonces estaba haciendo el servicio militar en el Este de Turquía, llega Âdem al pueblo en el que viven las gemelas y se enamora de Cemile, con la que decide casarse. Sin embargo, Cemile fue raptada durante una disputa entre familias y se duda de su honra, por lo que Âdem decide tomar a su hermana como esposa en su lugar. De este matrimonio, que nunca será feliz, nacen tres hijos: Iskender – que representa con su nombre a una persona que es oriental y occidental a la vez -, Esma y el pequeño Yunus, ya nacido en Londres.
Al poco de llegar a la City, Âdem se convierte en un jugador empedernido y acaba por marcharse de casa para vivir con una prostituta ucraniana. Pembe tendrá que sacar la casa adelante ella sola trabajando en una peluquería regentada por una mujer jamaicana, y conocerá al cocinero Elías, un canadiense de mediana edad que regenta un restaurante, y con el que comienza una relación prohibida por las normas sociales.
De esta relación se enterá por casualidad Tarık, hermano de Âdem, y empiezan a circular rumores. Finalmente, Tarık le pedirá a İskender que termine con la vida de su madre y restaure el honor de la familia. İskender, que por aquel entonces era un adolescente atormentado y confuso a punto de ser padre, se ve atrapado entre las costumbres y lo que es correcto según la sociedad emigrante en que vive y la vida que podría tener.
En general, es un libro entretenido de leer pero peca de personajes muy estereotipados – casi de manual: la chica inmigrante que quiere vivir con la inglesas, un hermano que ya no sabe ni turco, musulmanes radicales, supersticiones pueblerinas… -, un discurso que peca de muy manido en series americanas y de un personaje principal, İskender, bastante flojo. No obstante, no deja de ser una buena lectura, aunque no le saca todo el jugo al tema ni lo aborda desde una perspectiva compleja.
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