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3 horas: Un documental sobre el ÖSS

3 horas: Un documental sobre el ÖSS

Ahora que empieza el curso y los estudiantes estamos volviendo a Ankara, muchos supermercados – sobre todo los más baratos como Şok o Bim – están colocando cestas con productos de lo más variopinto a precio muy bajo. Entre los minibotes de Fairy y las sartenes, se encontraba una cesta de VCDs a 2.99 TL (1.5€ más o menos). Curioseando y sin intención de adquirir ninguno, me he topado con uno que me ha llamado la atención que se ha ido derechito «para la saca».

Este VCD es un documental titulado «3 saat» (3 horas) en el que se reflejan la vivencias de seis estudiantes que van a participar en la Selectividad turca, el temido ÖSS. Lo (poco) que sé del sistema educativo turco es más aprendido por ósmosis (lo que se dice, se cuenta, se comenta) que por haberme sentado a estudiar el asunto, que es lo que debería haber hecho teniendo en cuenta que vivo aquí. El caso es como por método audiovisual todo se aprender mejor, esta tarde un tanto aburrida me he sentado en el sofá con un té calentito a ver cómo vive un turco medio su examen de Selectividad.

El examen.

Al contrario que en España, donde nuestros exámenes de entrada a la universidad duran varios días, están separados por materias y son de desarrollar, en Turquía es tan sólo un exámen de una duración de 3 horas durante las cuales que los alumnos rellenarán exámenes tipo test con los que se medirá todo el saber que han adquirido durante su vida académica. Se divide en dos partes, ÖSS 1 y ÖSS 2. En la primera parte, ÖSS 1, hay que contestar 30 preguntas de turco, 30 de matemáticas y 30 de ciencias, y se ha de responder a todas las preguntas. La segunda parte comprende 120 preguntas, de las cuales el estudiante sólo ha de contestar 60 según el itinerario que haya estudiado (ciencias, ciencias sociales, idiomas, turco-matemáticas).

Teniendo en cuenta que cada año «sólo» se ofertan cerca de medio millón de plazas en todas las universidades de Turquía y que participan un millón y medio (!) de estudiantes en este examen, conseguir la nota requerida para entrar en la universidad y departamento elegido – esto siendo un poco parecido a España, los departamentos de medicina e ingeniería son más difíciles que los de idiomas, por ejemplo – requiere muchas horas de esfuerzo y mucho dinero invertido por parte de los padres.

Una estampa muy común en Turquía: anuncios de Dershanes

Una estampa muy común en Turquía: anuncios de Dershanes

¿Por qué digo que mucho dinero invertido? Porque se acepta como una realidad que la educación recibida en los colegios no es suficiente para obtener una nota alta, y los padres acaban dejándose sumas importantes de dinero que repercuten fuertemente en la economía de los hogares de rentas media y bajas en que sus hijos estudien en las llamadas «Dershanes», algo así como una academia a la que los chavales acuden después de clase (o directamente en lugar de a clase, según se van acercando la fecha del examen) a prepararse exclusivamente para el ÖSS, es decir, a rellenar cuestionarios de prueba hasta el aburrimiento. El negocio de estas academias no son sólo las clases, sino también los materiales (libros, exámenes a resolver) y la cafetería que suelen tener algunas. Además, debido a que el sistema educativo turco está fuertemente basado en pruebas escritas de este tipo, el negocio no es sólo el ÖSS, sino también otros exámenes como el ALES (el GRE americano a la turca) que es el que se necesita para entrar a estudiar programas de máster/maestría, o el KPDS de idioma (examen sólo válido en Turquía), entre otros.

Por eso, en todas las ciudades de Turquía, mires donde mires hay dershanes y anuncios de dershanes, y en todas las librerías y papelerías hay una sección más o menos amplias de los materiales para pasar estos exámenes, o directamente son librerías consagradas a vender libros para pasar estas pruebas y modelos de test hasta la saciedad.

El documental

El principal objetivo del documental es criticar este sistema basado en un examen completamente impersonal en el que no tiene por qué reflejarse el valor real del estudiante y que le impide llevar una vida social normal, y que además requiere un esfuerzo económico importante por parte de las familias.

Como ejemplo sigue la vida de seis estudiantes con aspiraciones distintas, y entornos familiares diferentes: Yunus, Mert, Çiğdem, Edin, Derya y Melis.

Los seis estudiantes que aparecen en el documental.

Los seis estudiantes que aparecen en el documental.

Yunus quiere estudiar música, en concreto guitarra, y no necesita una nota alta del ÖSS – por ello no va a ninguna academia – ya que casi todo se centrará en un examen de aptitud. Mert quiere dedicarse a las artes gráficas por lo que se prepara tanto en una dershane como en una escuela de dibujo. Çiğdem, estudia en el intituto Galatasaray de Beyoğlu y quiere estudiar derecho, su familia la ha apoyado y guiado siempre para que se supere en los estudios y tenga su propia carrera. Edin quiere estudiar arquitectura en Mimar Sinan o ITÜ (la Universidad Politécnica de Estambul) para lo que va también a un dershaneDerya, estudia algo parecido a nuestra FP de informática debido a la presión de su entorno y a no tener claro lo que quería hacer cuando terminó la secundaria, ahora quiere pasar el ÖSS y poder entrar a estudiar lo que de verdad le apasiona, la literatura. Melis estudia interna en la escuela Darüşşafaka y quiere estudiar ingeniería, para lo que va también a una academia.

Los seis, junto con sus familias, nos relatan a lo largo del documental su vida académica, sus inquietudes, sus expectativas ante el examen, lo que opinan del mismo y sus planes de futuro. Una vez que termina el ÖSS no todos obtendrán los resultados esperados del examen a pesar del esfuerzo, pero habrán ganado una experiencia. La gran pregunta es: ¿Era esto necesario?

Os dejo con los dos anuncios del documental, que no dudaré en compartir si lo encuentro con subtítulos:

Las canciones perdidas de Anatolia

Las canciones perdidas de Anatolia

He tardado mucho en escribir sobre este documental, y finalmente lo hago con sentimientos encontrados. Anadolu’nun kayıp şarkıları (Las canciones perdidas de Anatolia) es una de esas obras que a pesar de prometer mucho pudo ser mucho más de lo que fue,  sin que por ello dejemos de valorar el esfuerzo, el cariño y el cuidado que hay detrás de este trabajo.

En un viaje que comenzó en el año 2002, Nezih Üzen, el director, decidió en 2005 profundizar más en este proyecto, y junto un grupo de músicos, cámaras, y demás recorrió Anatolia de norte a sur, este y oeste, recogiendo las tradiciones musicales más antiguas y desconocidas, a la vez que las ilustraba con unas imágenes impactantes y llenas de fuerza de las regiones donde se cultivan, mostrando las tradiciones a las que se ligan con pequeños testimonios de los lugareños. Además, se dedica espacio a todas las minorías tanto lingüísticas como religiosas que durante años han formado parte del rico tapiz de la cultura de estas tierras, celebrando su diversidad frente a la imagen plana y uniforme propuesta por los folletos turísticos.

Con un eslóganes que rezan Siglos de silencio llegan a su fin o ¿Estamos preparados para escucharnos los unos a los otros?, esperábamos por fin podernos encontrar con sonidos, lenguas e imágenes que de otra forma nos serían inaccesibles. Y el problema que yo le encuentro a este documental reside precisamente aquí. En un intento por mezclar «modernidad» y «tradición» al llegar a las canciones deciden mezclarlas con sonidos electrónicos, perdiendo la naturalidad y la belleza intrínseca de la canción en cuestión de segundos.

Si bien es un ejercicio que en la banda sonora o los videoclips promocionales sería aceptable, lo cierto es que mata todo el encanto del documental, que por otra parte es muy potente visualmente. Creo que haber añadido ese toque «moderno» es, además, bastante irrespetuoso: la música folklórica no tiene que ajustarse a lo que  entendemos por «moderno», y en este caso hablamos de sonidos que además de ser tradicionales son contemporáneos y forman parte de una tradición viva. No entiendo muy bien el motivo por qué se tomó esta decisión, quizá porque pensaban que la audiencia no lo sabría apreciar en su versión original (?), o quizá porque pensaron que así la mejoraban (de nuevo «?»). Nezih Üzen afirma en la página oficial del documental que ve potencia en la música de Anatolia para crear nueva música, pero en mi opinión sólo ha superpuesto una serie de sonidos bastante monótonos y repetitivos sobre el material original.

Sin embargo, no deja de ser un film interesante de ver para conocer mejor las tradiciones musicales del país, los vestidos regionales, danzas folklóricas y tener algunos pequeños testimonios de primera mano de la íntima relación que guarda la música con las relaciones sociales y la transmisión de conocimientos en culturas eminentemente orales.

Anadolu’nun kayıp şarkıları puede verse completo en YouTube, aunque sin subtítulos (que no he encontrado por ninguna parte) y lo pondré al final del post. De momento os comento algunos de los momentos más remarcables.

Este vídeo refleja una competición entre «aşık»s de la ciudad de Kars, poetas que junto con su instrumento compiten por crear los mejores versos. El turco que se habla aquí es muy cercano al azerí :).

En este vídeo vemos dos cantantes denbêj, que viajan de pueblo a pueblo cantando sus canciones que muchas veces incluyen narraciones de momentos importantes de la historia kurda. Dos voces para dejarnos con la boca abierta.

Esta es una de mis favoritas. El cantante da voz a un poema de Hasan Dede en este apartado dedicado al alevismo.

Un grupo de mujeres mayores del Mar Negro cantan una de las canciones que solían cantar cuando se reunían a separa las avellanas buenas de la malas, algo que ya rara vez tiene lugar debido al uso de máquina que llevan a cabo la misma labor.

Y finalmente os dejo con el documental. ¡No dejéis de verlo!

Rubab

Rubab

Antes de hablar del tema que nos atañe, me gustaría enviar desde aquí mis condolencias a los habitantes del pueblo de Lorca, esperando que su situación se normalice lo antes posible. Para seguir las últimas noticias relacionadas con el terremoto, os recomiendo elpais.es, que está dedicando una muy buena cobertura al asunto.

El documental que podéis ver a continuación ha sido producido por el Agha Khan Trust for Culture, englobado dentro del Agha Khan Development Network, que tiene como objetivo revitalizar y dar a conocer la cultura islámica.

Muy brevemente explicado pues no es el centro del post, el Agha Khan es el imám de los chiíes ismailíes, puesto que ellos creen que el imamato continua en los descendientes del hijo mayor de Jafar al-Sadiq, Ismail ibn Jafar. «Agha Khan» es un título honorífico – claramente turco – concedido por uno de los reyes de las dinastía Qajar que peor fama ha tenido, Fath Alí Shah. Fue en tiempos de Fath Alí Shah se firmó con Rusia el tratado de Turkmençay y Azerbaiyán quedó dividido en dos, división existente hasta nuestros días. El primer Agha Khan fue el 46º imám ismailí y el título continúa hasta nuestros días, siendo el presente imam el 49º imam y cuarto Agha Khan.

Respecto al «robab», decir que es un instrumento similar a un laúd muy utilizado en la música tradicional de Afganistán y Pakistán. Se puede leer más sobre este instrumento en su artículo de Wikipedia.

En el documental, Humayun Sakhi nos explica cómo se enamoró del instrumento y aprendió a tocarlo, haciendo de ello su profesión. Originario de Afganistán, debido a la guerra, se vio obligado a emigrar a Pakistán donde a pesar de la adversidad de dedico aún con más devoción a mejorar su técnica con el instrumento, grabó cassettes y se hizo popular con sus actuaciones. Actualmente reside en California, donde hay una gran comunidad afgana.

A lo largo del documental, se intercala su historia con música de robab, podemos ver cómo se afina, los ensayos, escuchar piezas, y en general aprender más sobre el ambiente de los músicos afganos y la cultura de este país y su diáspora. Espero que lo disfruteis.

¡Ah! Antes de que se me olvide, he encontrado este vídeo en eltumblr de Taimur Khan, el autor del blog sobre Ghani Khan que mencione en mi entrada sobre Uth Records, a quien también podéisseguir en Twitter. Por lo que he podido ver, es una persona interesada en temas muy variados, desde música hasta ciencia, y postea un montón de enlaces muy buenos.

Ahora sí que sí, disfrutad del documental: