literatura


azrael

Ilustración tomada de «Pollo con Ciruelas» de Marjane Satrapí.

— ¿Conoces a Azrael? Ya sabes, ¡el ángel que se lleva la vida de las personas!
— ¡Sí!
— Pues ese Azrael un día pidió a Dios que le diera vacaciones. Le dijo: «Estoy cansado, ¡que por un tiempo trabaje otro en mi lugar! ¡Voy a descansar!». Dios le concedió una excedencia de diez años y Azrael recorrió el mundo, gustándole Estambul más que cualquier otro lugar… Y quiso establecerse allí. Llegó al barrio de Fatih bajo la apariencia de hombre de mediana edad y abrió una tienda utilizando el nombre de Hacı Mehmet Ağa. No habían pasado ni dos meses cuando ya se había ganado la simpatía de los vecinos, que le dijeron: «Nos caes muy bien, vamos a casarte». Sin darle oportunidad para decir «¡Parad! ¡No lo hagáis!», ya lo habían casado. No había pasado ni un año cuando tuvo un hijo. Su esposa era conflictiva, una criatura con la que no se podía convivir, y Azrael acabó hasta las narices. Iba a abandonarla e irse, pero le daba pena su hijo. Finalmente, su hijo cumplió diez años y se acabó la excedencia de Azrael. Al irse, llevó a su hijo a un rincón y le dijo «Me voy, no aguanto la maldad de tu madre. ¡Pero te voy a hacer un favor! ¡Anuncia que eres médico! Ve a donde sea que haya un enfermo, y me verás allí. Si estoy a los pies de la cama, el enfermo se curará, dale dos gotas de agua como si fuera medicina. Si estoy en la cabecera de la cama, entonces es seguro que el enfermo morirá. Pronuncia tu diagnóstico de acuerdo con esto. ¡Nadie podrá verme excepto tú!». Y se marchó. El muchacho, siguiendo el consejo de su padre, anunció que era médico…

Murat, cada vez que salía la palabra «médico», sonreía mirando a Yordanidis:

Al final, el joven que no entendía bien el turco preguntó en francés:
— ¿Qué es lo que pasa?
No te preocupes, nos estoy protegiendo.
Charlot:
— ¿Y después? dijo.

– Después el joven se convirtió en un médico famoso. Al empezar a curar a los enfermos para los que no había esperanza y anunciar la muerte de algunos que parecían no tener gran cosa, se hizo famoso en el mundo entero. Un día enfermó la hija del sultán. El sultán hizo llamar al médico y le dijo: «Dicen que puedes curar a los enfermos más graves con dos gotas de agua. Si no puedes curar a mi hija, te juro por Dios que te cortaré la cabeza». El muchacho entró en la habitación de la muchacha, miró, y vio a su padre en la cabecera. Empezó a suplicar… Sin embargo, Azrael, que tenía órdenes de Dios, decía «¡No hay remedio!» a la vez que negaba con la cabeza. El médico salió un momento. Volvió a entrar y, cuando no había pasado ni tan sólo un minuto, se formó un escándalo fuera. Al preguntar Azrael «¿Qué está pasando?», el médico asomó la cabeza por la puerta. Después, se giró hacia Azrael y le dijo: «No pasa nada, papá. ¡Mi madre se ha enterado de que estabas aquí y quiere entrar!». Nada más escuchar esto, Azrael se escapó saltando por la ventana. Dicen que la hija del sultán todavía vive.

Kemal Tahir – Las gentes de la ciudad Libre
İthaki Yayınları, p. 254-255

KEMAL TAHİR

Kemal Tahir Demir (13 de marzo de 1910 – 21 de abril de 1973) es uno de los novelistas más prolíficos de la literatura turca. Intentó para adaptar el marxismo a la sociedad turca intentó comprenderla bien, transmitiendo lo que había aprendido a los lectores a través de sus novelas. Nació en Estambul, siendo su verdadero nombre İsmail Kemalettin Demir. Su padre era uno de los mejores amigos del sultán Abdülhamit, el Capitán Tahir Bey; su madre era Nuriye Hanım (llamada Hubser en el palacio), una de las criadas de Naile Sultán, hija de Abdülhamit. Debido a los destinos de su padre, empezó su educación en diversos lugares del Imperio Otomano, continuándola en el Liceo Galatasaray cuando su familia se establece definitivamente en Estambul. Dejó los estudios y fue pasante en un despacho de abogados de Estambul, y más tarde fue depositario en una mina de carbón de Zonguldak. Su prosa destaca por el uso del turco propio de Anatolia central.

© Traducción: Renata Vázquez Santamaría, 2017

Revolution Street (Novela)

Revolution Street (Novela)

La última novela que he leído es «Revolution Street» de Amir Cheheltan, el primero de una serie que será una trilogía. El título del libro se corresponde con el de la calle Enghelab de Teherán, y su trama es sobre los bajos fondos y el aspecto más sórdido de la sociedad iraní inmediatamente posteror al furor revolucionario y la guerra entre Irán e Irak.

Este libro salió a la venta el 14 de mayo de 2014 en lengua inglesa y apenas he podido hacerme con él hace unos días, pero desde que lo he abierto no he podido dejarlo. Con una prosa directa y desnuda, el autor nos cuenta la historia de dos «esbirros» del régimen que luchan por la misma mujer, la bella Shahrzad.

Fattah es un hombre que después de hacer los trabajos más sucios durante la revolución iraní se dedica a coser los hímenes de las muchachas que los han perdido y los necesitan para poder casarse vírgenes. Normalmente es un trabajo que hace despreciando a las mujeres que se someten a la operación, hasta que se enamora de Shehrzad, la mujer que le recuerda al amor platónico de su juventud, la cantante iraní Googoosh. Por otro lado está Mostafa, un joven que trabaja en la prisión de Evin haciendo también trabajos muy bajos y que luchará por casarse con Shehrzad.

No quiero desvelar más sobre el contenido del libro, pues merece la pena leerlo. Ningún personaje es bueno ni malo ni muchos menos planos, todos viven en una escala de grises en lo que lo importante es la supervivencia y en la que conviven contradicciones entre las convicciones morales de los personajes y el trabajo que desempeñan, incluso a expensar de tener que dedicarse a los oficios más viles que ofrecía la Revolución, y explora lo más bajo del ser humano, en particular la capacidad de tener dos caras, o tres o cuatro si son necesarias. La empatía o la falta de ella es también un tema explorado en esta no muy larga novela.

Muy recomendable, y espero que pronto se traduzca al castellano.

"Nos acostumbraremos"

«Nos acostumbraremos»

Hace mucho que tengo el blog abandonado. Es lo que tiene tener un trabajo en el que se está ocho horas frente a un ordenador, que cuando uno vuelve a casa no le apetece sentarse delante de otro y escribir. Sin embargo, me gustaría dedicarle algo de tiempo a este blog, aunque fuera para elaborar un par de entradas al mes…

Lo que no he dejado de hacer es de leer, y esta entrada la dedico a una novela recién traducida de la famosa autora armenio-iraní Zoya Pirzad. Al contrario que la práctica totalidad de las novelas ambientadas en Irán con protagonista femenina, no trata de una mujer oprimida por la sociedad patriarcal y/o el régimen, sino que trata de una mujer de mediana edad con su propia empresa que, divorciada, trata de sacar adelante a su familia, con una madre un tanto excéntrica y metiche que vive en el pasado, una hija demasiado consentida acostumbrada a salirse con la suya y que fantasea con irse a Francia al lado de un padre que poco a ejercido como tal y una amiga que la apoya en todo.

Con una posición económica acomodada, la vida de Arezú (deseo), que es como se llama nuestra protagonista, la dedica a bregar con los demás sin darse un respiro de pensar en ella misma y en sus propios deseos. Hasta que aparece por su inmobiliaria el atrativo Zaryú, un hombre con el que le apetece salir y de nuevo le hace reconsiderar  su vida y la pone en la tesitura de tener que elegir entre sus propios deseos y la presión de su entorno.

Con una prosa sencilla, desde luego no es una joya de la literatura ni una obra inolvidable, seguramente no tuvo ningún problema con la censura en su país, ni pretende ser un ejempo de nada, pero sí es un librito con el que podemos asomarnos un poco a la vida cotidiana de las mujeres que aceptan la situación y deciden vivir su día a día como mejor pueden, tratando de esquivar el conservadurismo de la generación anterior y tratando de lidiar con una juventud que ansía más de lo que puede alcanzar.

En definitiva, un libro agradable para pasar el rato, que se lee en dos tardes, y que nos asoma un poco a la vida de las mujeres con una posición acomodada de Teherán que tienen una vida independiente a todos los niveles.

La obra ha sido traducida del francés, y podéis leer un fragmento haciendo click aquí y ver la ficha del libro aquí.

Edit: El Prof. Carpintero ha compartido con nosotros un artículo suyo en inglés en el que se resume toda la historia de la traducción de obras del turco al castellano entre los años 1954 y 2010 (este último incluído) y que cuenta con una detalla lista de todas ellas al final. Para acceder al documento haced click aquí.

ImagenAnte todo, he de pediros disculpas por todo el tiempo que hace que tengo el blog abandonado a causa de unas cosas y otras. Miguel Ángel Otero, autor de un recomendadísimo blog sobre Estambul, me ha preguntado con qué novelas contaríamos en castellano de autores turcos y he decido responderle escribiendo una entrada en el blog para que sea de «dominio público» que se dice 😀 y teniendo en cuenta que tampoco ando muy puesta así sirve de excusa para que la gente comente y nos dé a conocer más títulos disponibles si es que los hay.

Aparte de la obra del archiconocido Orhan Pamuk es muy poco lo que, en mi opinión, se ha traducido de literatura turca a la lengua de Cervantes. Mi libros favoritos de Orhan Pamuk son, sin duda, Nieve, Cevdet Bey e hijos y La vida nueva, aunque otros como El Libro Negro o Me llamo Rojo sean de obligatoria lectura. Recientemente se ha traducido del autor sefardí Mario Levy Estambul era un cuento, que aún no he tenido la oportunidad de leer ni en turco ni en castellano, pero que se encuentra dentro de mi lista de próximas lecturas. Asimismo, contamos con Las gentes de Estambul de Buket Uzuner, una novela que yo no recomendaría particularmente por parecerme que ofrece imágenes muy estereotipadas de los habitantes de Estambul, pero que puede gustar y resultar una lectura ligera y entretenida. Elif Şafak es también una autora turca que a veces escribe en inglés y otras en turco y de la que podemos leer en castellano su novela titulada La bastarda de Estambul que leí el verano pasado y que aparte de parecerme muy predecible me pareció también que contenía visiones muy estereotipadas, no obstante, puede llamar la atención de aquellos que deseen leer sobre la Cuestión Armenia desde una perspectiva que trata de acercar a ambos pueblos y poner énfasis en un pasado y cultura comunes.

Otros clásicos que están traducido al castellano son las novelas de Ince Mehmet de Yaşar Kemal que nos transportan al este de Turquía. No he tenido aún la oportunidad de leerlos, pero tengo muchas ganas, no ya sólo porque son famosos sino porque me gustó mucho su libro Üç Anadolu Efsanesi. Es un autor al que tendría que haberle hincado el diente estando en Turquía pero al final no se terció. Otro autor cuya obra tuve que abandonar en una caja a buen recauda en Turquía y me arrepiento casi cada día es Ahmet Hamdi Tanpınar, del que contamos con El Instituto para la sincronización de relojes en castellano. Este libro es considerado un verdadero clásico en Turquía.

Otro escritor que disfruté mucho leyendo cuando estaba en Ankara es Ahmet Ümit, de quien ya traduje un texto anteriormente para este blog, pues es un autor de novelas policiacas y de misterio relativamente fácil de leer, con muy buena pluma y con tramas que suelen tener finales sorprendentes. En español tenemos la suerte de contar con una de sus novelas traducidas, «Patasana», cuyo título fue cambiado a «La Tumba Negra» y que cuenta la historia de un grupo de arqueólogos en el sudeste de Turquía intercalada con la historia de un escriba hitita. Tuve que dejar el libro en Turquía y a medias 😦 , pero los libros de Ümit siempre son muy muy entretenidos y este también lo es. El autor es además conocido por sus novelas e historias cortas protagonizadas por el Comisario Nevzat, que siempre nos lleva por los bajos fondos de Estambul.

Que yo sepa, y aparte de Dos chicas de Estambul de Perihan Mağden, que tampoco he tenido la oportunidad de leer (aún) no hay más novelas traducidas al castellano de las que yo tenga conocimiento, pero todos estos libros ya son lectura para un buen rato. Es una pena que todavía la literatura turca sea tan desconocida en España, sin embargo, creo que poco a poco se está abriendo camino en nuestras editoriales y que vamos a tener en un espacio relativamente corto de tiempo muchas cositas turcas de las buenas para leer en castellano.

Si alguien conoce alguna novelas más que por favor lo comente en los comentarios y así completo la entrada 🙂 .

ImagenPara la nueva edición turca de su novela titulada El Libro Negro, Orhan Pamuk ha escrito un nuevo epílogo que ha sido publicado, de forma resumida, a fecha de 11 de octubre de 2013 en la sección de literatura de la edición online del periódico turco Radikal que podéis encontrar aquí.

¿Cómo escribí El Libro Negro?

Publiqué El Libro Negro en 1990, cuando contaba con 38 años de edad. Este libro es el producto de un período de dejar volar la imaginación y de trabajo intenso en el que no me dedicaba a otra cosa que no fuera la literatura. Cuando estaba terminando el libro me sentía, desde muchos puntos de vista, como mi protagonista, Galip. Estaba cansado, pero estaba seguro de que mi novela era distinta, extraña y peculiar.

Después de un trabajo de tres años, en noviembre de 1988, cuando me faltaba poco para terminar el libro, escribía sin parar encerrado en un apartamento vacío en lo alto de un edificio de diecisiete pisos en Erenköy. Mi mujer estaba en Estados Unidos; nadie sabía mi número ni me llamaba. Estaba muy solo, y la mayor parte del tiempo no me quejaba de ello. De hecho, mis pocos amigos, los editores que querrían que escribiese artículos de revista o periódico o cosas parecidas, estaban lejos de poder apartarme de mi libro y de las aventuras de Galip. Aparte de mis amigos-parientes lejanos (Ömer y Sibel) que vivían en el mismo gran apartamento y que a veces amablemente me preparaban la cena no veía a nadie, y, como todas esas veces en las que me encerraba en un libro y felizmente olvidaba el mundo, estaba muy contento de no ver a nadie.

Pero, por alguna razón, no podía terminar el libro en aquel rincón en el que me había encerrado. Escribí El Libro Negro durante un espacio de tiempo de cerca de cinco años, y como siempre me esforcé mucho por escribir bien.

El que mientras escribía la novela en el edificio vacío y solitario de Erenköy no llegase el final del libro, junto con el placer de escribir y de la soledad hizo que, con un sentimiento raro de infelicidad y miedo, me empezase a asemejar poco a poco a mi personaje Galip. Como Galip, que al buscar a su mujer sin poder encontrarla en Estambul se encuentra de paso con cosas inesperadas, debido al sentimiento de pérdida e infelicidad que habitaba en su interior no podía disfrutar de todas esas maravillas, ni de los túneles subterráneos, ni de Türkan Şoray* y sus parecidas, ni de las columnas de revista que leía, yo también sentía que escribiendo y ampliando las delicias del libro que me hacían feliz me llegaban a lo más profundo. Por por algún motivo no podría darle fin a mi novela con un sentimiento de triunfo.

Después de un tiempo me encontré, como Galip, completamente sólo en el lugar que escribía. Dejé de arreglarme y afeitarme todos los días. Recuerdo que una tarde caminaba como una aparición por los callejones de Erenköy calzando unas deportivas viejas y agujereadas, con una boina en la cabeza, y con un chubasquero con los botones arrancados puesto, llevando en la mano una bolsa de plástico en malas condiciones. Miraba a las ventanas de los primeros pisos de las casas, a las vitrinas de los establecimientos y restaurantes imaginando otras vidas. Entraba en un restaurante o bufé cualquiera, y mirando huraño al interior, llenaba el estómago. Me acuerdo que un día mi padre, que me visitaba una vez cada dos semanas y me llevaba a comer, preocupado por que me ocupara de mi novela como si fuera una guerra, por la suciedad y la dejadez del apartamento en el que vivía, por mi aspecto de perdedor y porque no estaba pudiendo de ningún modo terminar mi libro, me dio un consejo y me dijo «Cuida de ti mismo, sal un poco de este mundo».

***

La primera idea de El Libro Negro, es decir la idea de escribir un libro que abarque la poesía de las calles de mi infancia y la anarquía e historia que había tenido lugar en Estambul, existía en mi cabeza desde el final de los años 70. En un cuaderno que comencé a escribir en el año 1979, hablé de un intelectual que se escapaba de casa a los 35 años, del largo fin de semana que había pasado, y al mismo tiempo de un partido de fútbol de la selección nacional que se jugaba en Estambul y que acababa en tragedia nacional, de los cortes de electricidad y de las calles de Estambul, con un aire a las pinturas de Bruegel (nieve) y de Bosch (los demonios), del Mesneví**, el Shahname*** y los cuentos de las Mil y Una Noches.

Cuando estas primeras ideas se desarrollaban en mi mente aún no había publicado mi primer libro, Cevdet Bey e hijos****; pero como protagonista tenía en mente un pintor, y concebía un libro titulado «La miniatura destrozada». Juntaba varias cosas al mismo tiempo, el caos y el ruido interminables de Estambul, sus intelectuales, las fiestas a las que asistían estos intelectuales, sus reuniones familiares, los entierros, los comentaristas de un partido de fútbol, un concurso de belleza; y como siempre, era más feliz con estas ideas y fantasías de la novela que tomaría el nombre de El Libro Negro que con las novelas que me encontraba escribiendo por aquel entonces (una novela política a medio hacer, La casa del silencio, El castillo blanco).

Por esa época viví un día que influenció la idea y estructura de libro. En el año 1982, en un ambiente de fuerte represión política y poco antes de que se presentase a referéndum la nueva y opresiva constitución elaborada dos años después del golpe militar de Kenan Evren en 1980, me llamó mi primo y me dijo que un canal de televisión noruego buscaba intelectuales dispuestos a criticar la constitución propuesta delante de las cámaras, y me dijo que no conocía a nadie con valor para hacerlo. ¿Le podía echar una mano?

***

Después de un gran esfuerzo, no esperaba que la novela que había terminado, y que había venido de la mano de una crisis existencial, se vendiera mucho o fuera muy popular. Además, su primera editorial, Can Yayınları, tampoco había hecho ninguna presentación especial. Pero si me preguntas, la novela gustó a los lectores por hablar de lo diferente y la novedad, y también de una vida que nos resulta conocida. Sin apoyo de los medios ni campaña de publicidad El Libro Negro se abrió su propio camino y el número de mis lectores en Turquía se multiplicó por tres. La novela suscitó polémica y abrió debates sobre la lengua de la novela, lo raro del tema y la dificultad que presentaba entenderla. Mi amigo el profesor Nüket Esen Kara reunió los escritos más interesantes, provenientes de los círculos literarios internacionales, relacionados con la novela en un volumen titulado Kara Kitap Üzerine Yazılar (Escritos sobre El Libro Negro). En uno de ellos, un crítico inglés de lengua afilada escribió en tono jocoso que un libro tan aburrido sólo podía gustar y ser leído por los franceses y que los noruegos le darían premios famosos. Esta profecía se cumplió doce años más tarde de una forma muy acorde con el alma del libro. El Libro Negro, que ha sido traducido a cerca de cuarenta idiomas, en el país que más ha gustado es Francia, y el presidente del jurado del premio Nobel declaró justo después de anunciar el premio de 2006 que era esta novela la que más les había impresionado.

Ahora entiendo lo feliz que era por poder fumar tanto como quisiera mientras escribía la novela, y por poder deleitar mis oídos con el silencio de Estambul (las jaurías de perros que ladraban a lo lejos, los crujidos de los árboles, los coches de policía, los camiones de la basura, los borrachos) hasta las cuatro de la mañana en aquellas noches en las que me encontraba terminando la novela. Vivía esta felicidad, aquellas medias noches hasta el amanecer, con el miedo y el placer de perderme dentro del secreto de la novela, que me estaba cerrado muchas veces, y en un vertiginoso cansancio intangible.

Como sabía muy bien que no podría comprenderlo ni solucionarlo no quise entrar durante mucho tiempo en el tema del significado, miedo y consistencia de este misterio, en esa zona peligrosa por la que muchos me preguntan con algo entre sospecha y curiosidad. Entretanto, estamos preparando un librito titulado Los Secretos de El Libro Negro.

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* Türkan Şoray: Es una famosa actriz turca consideraba como el icono de la industria de cine local de los años 60 y 70.

**Mesneví: Es una obra de Mevlana Jelaleddin Rumí de seis libros de poesía en los que enseña a los sufíes a alcanzar la unidad con Dios.

***Shahname: Es el poema épico iraní por excelencia. Compuesto por Ferdowsí, narra la historia de Irán desde la creación del mundo hasta la conquista musulmana. Muchos episodios mitológicos narrados en esta obra son conocidos en todo el mundo turco-iranio.

****Cevdet Bey e hijos: Primera novela de Orhan Pamuk publicada en 1982 y que se acaba de traducir al castellano que narra la historia de tres generaciones una familia desde los últimos tiempos del Imperio Otomano hasta los años 70. En turco se titula Cevdet Bey ve oğulları.

Bookish

Bookish

Hace poco a abierto sus puertas en Ankara la librería Bookish, dedicada a los libros en lengua inglesa. Ubicada en la calle Filistin 17, una de las más conocidas de la ciudad debido a sus restaurantes de moda y ambiente internacional, es un pequeño establecimiento muy bien organizado con todo tipos de libros, desde aquellos dedicados al aprendizaje de la lengua turca hasta novelas gráficas e historietas infantiles.

Está dirigida al público extranjero, por lo que fuera de algunas publicaciones de quiosco todo está en inglés. Cuenta con una sección completamente dedicada a libros de escritores turcos traducidos al inglés – el ubicuo Orhan Pamuk, Elif Şafak, Ahmet Ümit o Ayşe Kulin entre otros -, libros sobre el Imperio Otomano y Turquía – con obras de historiadores como Sureyya Farooqi o Bernard Lewis y muchos libros sobre política y sociología -, pasando por una gran colección de libros de fotos. Destacan sobre todo la actualidad de muchas de las obras disponibles para compra, ya que he llegado incluso a encontrar un ejemplar de Muslim Reformers in Iran and Turkey que ha sido publicado apenas hace unos 4 ó 5 meses.

Sin embargo, no sólo está dedicada a Turquía y se pueden encontrar novelas de autores tan internacionalmente reconocidos como Haruki Murakami, Gabriel García Márquez o V.S. Niapaul además de los clásico de la literatura en lengua inglesa, y una colección muy bien surtida de volúmenes dedicados a otros países, libros de cocina, guías de viajes literatura infantil… En especial cabe señalar la variedad y cantidad de los libros de cocina y de fotografía.

También cuenta con una pequeña sección de papelería donde encontramos libretas y otros accesorios de importación, y un rincón con dos sofás y una mesita donde podemos sentarnos a hojear y leer los libros; algo que es muy común en las librerías turcas y que se echa un poco de menos en España.

Bookish

Bookish

Aunque el ambiente es muy agradable y la atención es de primera, no puedo decir que sea una librería asequible, ya que al ser todo importado – y casi siempre de Inglaterra – como es lógico el precio sube y se quedaría en cantidades iguales o mayores que las que nos gastaríamos en nuestro país. Esto también incluye a los libros de aprendizaje de turco y los diccionarios, algunos de ellos como Teach Yourself Turkish o Turkish: An essencial grammar se ponen en alrededor de los 30-50€.

Ciertamente va a convertirse en una librería que visite con cierta asiduidad, sobre todo para estar pendiente de las novedades y hojear nuevas publicaciones. ¡Ah! Y antes de que se me olvide, podéis seguir las novedades de la librería en su página de FB y su página oficial, que cuenta con el catálogo de la tienda y está plenamente integrada con las redes sociales.

Nota: Desgraciadamente la librería cerró sus puertas de forma definitiva hace alrededor de dos años 😦 . Espero que vuelva a abrirse, aunque sea en otra localización. Era magnífica.

Elif Şafak y la portada de su nuevo libro 'İskender'

Elif Şafak y la portada de su nuevo libro 'İskender'

Hace poco adquirí el último libro publicado por la famosa escritora turca Elif Şafak – que, por cierto, pasó su juventud en Madrid – titulado İskender (Alejandro, en turco). Nunca había leído nada suyo y preferí leer lo último que hubiera salido al mercado antes que el polémico «La bastarda de Estambul» o algún otro de sus libros más famosos. Más que nada, por no tener ninguna idea preconcebida sobre el contenido.

Así pues, me encuentro con una obra con un comienzo un tanto enigmático con la declaración de intenciones de Esma, que tantos años después del asesinato no ha conseguido ni matar a İskender, ni perdonarle, y a sabiendas de que probablemente nunca será una gran novelista, trata de plasmar toda la historia en torno al asesinato en una novela.

Siempre narrado todo en tercera persona – excepto lo que escribe el propio Iskender – dedica capítulos separados y breves a cada uno de los personajes para poco a poco envolvernos en una historia de amor y desamor, honor y deshonra que comienza muchos años antes del día del crimen, cuando las gemelas Cemile y Pembe llegan al mundo en una aldea kurda junto al Eufrates. Sus padres, Naze y Berzo, buscaban por todos los medios tener un hijo varón que continuase el nombre de la familia.

Después de visitar a su hermano, que por aquel entonces estaba haciendo el servicio militar en el Este de Turquía, llega Âdem al pueblo en el que viven las gemelas y se enamora de Cemile, con la que decide casarse. Sin embargo, Cemile fue raptada durante una disputa entre familias y se duda de su honra, por lo que Âdem decide tomar a su hermana como esposa en su lugar. De este matrimonio, que nunca será feliz, nacen tres hijos: Iskender – que representa con su nombre a una persona que es oriental y occidental a la vez -, Esma y el pequeño Yunus, ya nacido en Londres.

Al poco de llegar a la City, Âdem se convierte en un jugador empedernido y acaba por marcharse de casa para vivir con una prostituta ucraniana. Pembe tendrá que sacar la casa adelante ella sola trabajando en una peluquería regentada por una mujer jamaicana, y conocerá al cocinero Elías, un canadiense de mediana edad que regenta un restaurante, y con el que comienza una relación prohibida por las normas sociales.

De esta relación se enterá por casualidad Tarık, hermano de Âdem, y empiezan a circular rumores. Finalmente, Tarık le pedirá a İskender que termine con la vida de su madre y restaure el honor de la familia. İskender, que por aquel entonces era un adolescente atormentado y confuso a punto de ser padre, se ve atrapado entre las costumbres y lo que es correcto según la sociedad emigrante en que vive y la vida que podría tener.

En general, es un libro entretenido de leer pero peca de personajes muy estereotipados – casi de manual: la chica inmigrante que quiere vivir con la inglesas, un hermano que ya no sabe ni turco, musulmanes radicales, supersticiones pueblerinas… -, un discurso que peca de muy manido en series americanas y de un personaje principal, İskender, bastante flojo. No obstante, no deja de ser una buena lectura, aunque no le saca todo el jugo al tema ni lo aborda desde una perspectiva compleja.

¿Quién mató al ayatolá Kanuni?

¿Quién mató al ayatolá Kanuni?

Este año ha sido publicada por Alianza Editorial una novela policíaca ambientada en el Irán contemporáneo titulada ¿Quién mató al ayatolá Kanuni?. En su debut literario, la periodista armenio-iraní Naïri Nahapétian nos introduce en los entresijos de Teherán.

Durante las elecciones de 2005, Narek, un joven periodista novato armenio-iraní criado en Francia, vuelve a Irán en busca de sus raíces perdidas. Su objetivo es escribir un artículo medianamente interesante para un periódico de poca tirada mientras se reencuentra con su familia y descubre más acerca de su madre, a la que nunca llegó a conocer. Aunque hablar bien el persa y el armenio, aún no se maneja en la ciudad ni se hace con la cultura.

Sin embargo, y al contactar con una renombrada feminista iraní -Leila Tabihi – antigua amiga de su madre fallecida, todo se empieza a complicar y se ve envuelto en la escena de un crimen inesperado: el asesinato del cruel ayatolá Kanuni en su propia oficina. Este misterioso acontecimiento, tapado por los medios oficiales y los Guardianes de la Revolución. Ello conduce a la investigación paralela de su asesinato por parte de Leila y su amigo Mozafar, un hombre que fue parte del primer gobierno tras la Revolución Islámica, que vive con su mujer, la enigmática pero fuerte Soraya, a la vez que la engaña con otras mujeres.

Perdido en el mundo de la política iraní – ¿quién ganará? ¿por qué? – en la trama aparecen distintos grupos y personajes de la escena del país, como los Muyahidines del Pueblo, los Guardianes de la Revolución, Sadeq Jaljalí, el Ayatolá Jameneí… No obstante, la autora no se alarga en digresiones sino que nos da la información suficiente para que los lectores sin ningún conocimiento previo puedan seguir el argumento.

Genialmente ambientada, con más de un protagonista y una historia que se va completando como un rompecabezas hasta llegar a un final completamente inesperado, donde cuánto más se investiga la vida de Kanuni y la gente que lo rodea, más enigmático parece todo. ¡Muy recomendable para los amantes del género!

Es, en definitiva, una novela policíaca con sabor iraní. Y una de sus cualidades más notables, es que la autora nos informa sobre el país sin ser pedante ni que ello ralentice la trama. Además, la elección de un personaje armenio también nos introduce en una cultura diferente dentro del propio país.

Mi tío Napoleón de Iraj Pezeshkad

Mi tío Napoleón de Iraj Pezeshkad

Mi tío Napoleón es una novela satírica de culto iraní, en la que Iraj Pezeshkad se retrata de forma histriónica y divertida la vida de una familia iraní; a través de la historia de esta familia trata criticar a la sociedad del momento. Llegó a ser tan famosa que de ella se produjo una serie televisiva que se emitía cada año hasta que al llegar la República Islámica se censuró.

Este ha sido un libro que me han recomendado muchos iraníes y que para mí supone un cambio en la literatura que leo sobre el país. Normalmente para el público castellano-parlante o anglohablante es mucho más fácil adquirir libros que han escrito iraníes fuera de Irán en el que tratan de explicarnos su país. Mientras que algunos de ellos pueden ser muy educativos y entretenidos, como por ejemplo Persépolis o Lipstick Jihad, también es necesario leer las obras que los iraníes producen dentro de Irán y para sí mismos.

Así, tener la oportunidad de leer una novela que ha sido escrita en el propio Irán y que ha dejado huella en la imaginación popular y la lengua coloquial es una oportunidad que no tenemos que dejar escapar.

La historia comienza con un narrador inesperado, un niño de 13 años que una fatídica de tarde del viernes 13 de agosto se queda enamorado de Leyli, la hija del hermano mayor de su madre, el tío Napoleón. Su amor se complica aún más cuando su primo mayor Shapor, Puri el genio, quiere pedir a Leyli como esposa. A partir de ese momento, empezamos a ver a través de sus ojos infantiles los delirios de grandeza del tío Napoleón, un anglófobo que cada vez engrandece más sus hazañas con su criado, Mash Qasem, que el sigue la bola, su tío el pillo Asadollah Mirza, su otro tío juez, el estirado Shamsalí Mirza y muchos otros.

Se viven todo tipo de situaciones cómicas y se reflejan los valores estereotípicos de una familia extensa iraní, cómo se relacionan entre ellos, los cotilleos y rumores, las enemistades, los celos…

Es una novela muy agradable de leer y a pesar de ser extensa, engancha hasta tal punto que se puede terminar con relativa rapidez si se tiene el tiempo. Para más información sobre el libro podéis leer este dosier que confeccionó la casa editorial que lo ha publicado en castellano, aunque os recomendaría que os saltaseis la sinopsis ya que os puede reventar gran parte de la historia.

Juegos Sagrados

Juegos Sagrados

Perdonad que no haya actualizado antes, pero entre las clases y los imprevistos no he tenido ocasión de sentarme y escribir tranquilamente en el blog. Y el tiempo que he tenido para sentarme, lo he dedicado a leer la novela Juegos Sagrados, la última novela del escrito indio Vikram Chandra, que me enganchó desde la primera página. Chandra es un autor indio en lengua inglesa que cuenta en su haber con dos novelas largas y un libro de historias cortas, es profesor de escritura creativa en la universidad de Berkeley y pasa su vida entre los EE.UU., donde desarrolla su carrera académica, y Bombay, de donde es originario y en donde su familia está muy ligada a la industria cinematográfica. Además, es co-escritor de la película Mission Kashmir.

Conocí la obra de este autor cuando en Navidades me auto-regalé su primera novela, Tierra roja y lluvia torrencial, una novela en que las contradicciones de la India del Raj y de la India actual son narradas por dos protagonistas cuya historia se desarrolla entre la realidad, la magia y la mitología india, y que también os recomiendo mucho, sobre todo si os gusta el realismo mágico.

Por ello, en cuanto he tenido la oportunidad me he lanzado a comprar Juegos Sagrados, aunque esta vez lo he leído en la lengua original, es decir, en un inglés con muchas palabras tomadas del hindi y otras lenguas indias como el márata o el panyabí. Ambos libros incluyen un glosario al final del libro con las palabras utilizadas y su significado, lo que para muchos lectores puede ser un fastidio ya que cada vez que aparece una palabra que no conocemos hemos de parar y consultarlo; sin embargo es precisamente este inglés lleno de palabras en hindi y frases de canciones famosas de Bollywood la que hace el lenguaje de la historia más rico y creíble, y que refleje tan bien la cultura popular no sólo a través del uso de palabras o frases sino asimismo al hacer referencia a películas tan clásicas como Mughal-e-Azam y su hermosa protagonista Madhubala. En este sentido, hay que alabar que en la traducción al castellano se haya respetado esta mezcla. Por cierto, que este glosario puede leerse también en la página oficial del autor.

La protagonista del libro no es otra que la ciudad de Bombay, corazón de la industria cinematográfica india, increíblemente superpoblada y con una sociedad muy variada en lo referente a la lengua, la religión y el estatus social y económico. En este guirigay de gentes, lenguas y barrios trabaja el inspector sikh Sartaj Singh, que ya aparece mencionado en Amor y añoranza en Bombay – un libro de historias cortas -, que por su oficio ve de todo y conoce todas las miserias de la ciudad. La historia comienza un día que el inspector Singh, junto con su compañero Katekar, acude a una casa desde la que durante una discusión doméstica el perrito de la dueña ha sido tirado por la ventana. La historia que comineza con esta discusión se convertirá en una sub-historia sobre Kamala Pandey – la dueña del can – que se desarrollará durante todo el libro. Todo apunta a que es otro día rutinario en la vida de un policía, que transcurre entre hacer su trabajo, ineficiencia y sobornos – hasta que nuestro inspector recibe una llamada en la que una voz desconocida le pregunta si quiere a Ganesh Gaitonde, uno de los grandes mafiosos de la ciudad de Bombay que se pensaba que estaba en el extranjero, y que recuerda mucho al protagonista de la conocida película tamil Nayagan (hasta la 7ª parte la película tiene subtítulos en inglés), a la que se hace también referencia en la novela.

A partir de su encuentro con Gaitonde todo en su vida cambia, y el misterio que rodea a estas circunstancias hace que su rutina como inspector de segunda se vea alterada, pasando su tiempo entre sus casos que no van a ningún lado, los sobornos y, ante todo, dedicando su atención a un asunto que resulta ser de «seguridad nacional». A la vez que leemos la historia de Sartaj Singh, se van intercalando capítulos en los que leemos sobre la vida de Gaitonde desde que era joven hasta ese momento narrado en primera persona, capítulos con historias referidas a personajes secundarios en los que se trata de dar vida a la historia reciente de la India y por ello están ambientadas en la partición o en la lucha contra el comunismo; y detalles esparcidos sobre la vida de los compañeros de trabajo de Singh, sus jefes o incluso los niños de la calle.

En esta larga novela, casi 1000 páginas, que el autor tardó 7 años en completar y por la que recibió 1 millón de dólares por adelantado, llegamos a conocer a la sociedad de Bombay perteneciente a cualquier estrato social o religioso, sus relaciones con los demás, la confianza y la desconfianza que se inspiran, lo corrupto de la política y las actitudes de los mafiosos y los bajos fondos de la ciudad. Todo ello sin recurrir a los extremos, descubriendo una ciudad en la que no hay malos ni buenos, sino gente viviendo y sobreviviendo como saben y como pueden donde muchas veces sólo las personas con menos escrúpulos son capaces de triunfar.

En mi opinión, utilizando como excusa el género policiaco – uno de mis favoritos – Chandra ha conseguido resumir en 1000 páginas la agitada vida de una ciudad llena de hacinamiento, pena y miseria, pero también de la vanidad, la riqueza y del brillo de Bollywood, dos realidades que coexisten y se complementan aunque rara vez se mezclan.

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